domingo, 17 de febrero de 2013

Soneto 1.3


¡Cuánto he sufrido por ese amor no correspondido!, que ni siquiera el recuerdo de tu aroma ha quedado en el olvido, ¿Cómo es que en sueños osas visitarme? cuando el imán de tu sonrisa se encuentra de mí tan distante... Aléjate por piedad te lo ruego, o acércate de nuevo a mí y termina con esta agonía fulminante, que sin ti, las caricias de la muerte se tornan placenteras, y cualquier deleite en vida, se convierte al instante en una profunda herida; añorar por tan sólo un momento tu presencia, resulta tan adictivo como la heroína...

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