martes, 2 de noviembre de 2010

La esencia de lo sublime.





   En lo subjetivo se deposita la esencia para moldear lo sublime.

 Un pensamiento, un sueño, una melodía nacida al verte recargada sobre ese barandal naranja junto al mar, melodía que vuele a lo profundo y regrese compartiendo lo vivido, lo sentido y lo anhelado.

 Melodía armónica que requiera ser comprendida y no sólo escuchada, esperando que al regreso del camino pueda ser recibida por esa persona en cuyo pensamiento la raíz de este escrito radica.
 Que lo plasmo con ligereza, reconociendo su belleza y al no poder notar diferencia alguna en su hermosura comparándola con la del mar.

 Mujer radiante y majestuosa, capaz, inteligente, sensible y bella, con un corazón sin igual, obra de arte excelsa desde los tiempos de la creación, inmersa en lo más espléndido de la naturaleza.

Más valiosa que las piedras preciosas tú eres, mujer virtuosa, en espera que ésta melodía plasmada, algún día llegue a ti.


(Juan Francisco Santamaría)

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